El análisis psicoanalítico del dibujo en los niños se maneja desde dos líneas:
- Interpretativa.
- Terapéutica.
Se puede decir desde el psicoanálisis que el dibujo es una clara manifestación del inconsciente.
- Para interpretar desde una postura psicoanalítica los dibujos de los niños se aplican las siguientes pruebas:
* Test de la figura humana.
* Test de la familia.
* Test de la persona bajo la lluvia.
* Test de la casa.
*CAT (niños), TAT (adultos).
Generalidades de interpretación para cualquier dibujo:
Ubicación del dibujo: Si es la derecha, se dice que probablemente es una tendencia hacia lo externo en este caso, más afinidad por el padre. En el caso de que sea a la izquierda se dice que hay una tendencia hacia lo interno, que puede ser hacia la madre. Si el dibujo se encuentra en la parte posterior de la hoja se puede decir que el niño tiene tendencias idealistas o que puede ser muy soñador. Cuando el dibujo se encuentra en la parte inferior se puede decir que hay niveles de tristeza y bajo autoconcepto en el niño, en el caso de que se encuentre en una parte media baja, esto puede indicar realismo.
Tamaño del dibujo:
Figura pequeña: Se trata de un buen indicador emocional que expresa
inseguridad, retraimiento, en ocasiones, también depresión. En general, las
figuras pequeñas, son muestra de inadecuación, yo inhibido y preocupación por
las relaciones con el ambiente exterior (según algunos autores como Machover).
Figura grande: Ocurre frecuentemente en niños pequeños. No adquiere
significación clínica hasta los 8 años (en ambos sexos). Las figuras grandes,
contrariamente a las pequeñas expuestas anteriormente, se asocian con conductas
expansivas, de tipo impulsivo, con poco autocontrol, también inmadurez. En
niños mayores e incluso adultos puede ser un rasgo de narcisismo e ideaciones
paranoides.
Línea:
Inconsistente: Puede ser por razones de problemas motores o del desarrollo , en caso negativo, es un indicador de problemas de seguridad en sí mismos y ante los demás.
Fuerte: Indica rasgos de impulsividad y agresividad.
Estado de la hoja: En niños pequeños es normal que su hoja se encuentre en mal estado, encaso de que el niño tenga más de 8 años puede ser un indicador de problemas en el manejo de su cuerpo.
TEST DE LA FIGURA HUMANA:
Cabeza pequeña: Parece estar más presente en población
clínica que en la general. La autora lo relaciona con sentimientos intensos de
inadecuación intelectual, no compartiendo la explicación (al menos en niños) de
Machover respecto a ser un indicador de tendencias obsesivo-compulsivas que
pretenden ignorar el control de su cerebro.
Ojos bizcos: Se manifestarían con mayor frecuencia en niños
con hostilidad hacia los demás y el dibujo se interpretaría como reflejo de ira
y rebeldía.
Dientes: Esta característica se encuentra en todos los
grupos a excepción del tímido. Pese a que no puede considerarse un signo de
psicopatología serio, sí está bien definido que su presencia está
mayoritariamente extendida en el grupo de niños manifiestamente agresivos. De
todas formas, la presencia de dientes, por sí sólo, en el protocolo, no puede
considerarse como síntoma inequívoco de perturbación emocional y ésta posibilidad
deberá valorarse conjuntamente con la presencia de otros indicadores en el
dibujo.
Brazos cortos (no llegan cintura): Este indicador refleja
básicamente una tendencia al retraimiento con dificultades para abrirse al
exterior y con las otras personas. Aunque aparecieron con mayor frecuencia en
población clínica, está presente también en niños adaptados pero con problemas
de retraimiento, encerrase en sí mismo o inhibición de impulsos.
Brazos largos (llegan a las rodillas): Se dan con mayor
frecuencia en niños manifiestamente agresivos que en niños bien adaptados. No
se da en niños tímidos. Por tanto, este indicador se asocia a una relación
agresiva con el entorno. Otra conclusión es que los brazos largos en el DFH
están asociados con la conexión de los demás en contraste con la tendencia al
retraimiento que revelan los brazos cortos.
Brazos pegados en el cuerpo: Parece que los brazos pegados
al cuerpo reflejan un control interno bastante rígido y una dificultad de
conectarse con los demás (ver figura 2). Tendencia a la reserva o introversión.
En personas adultas podría estar relacionado con pacientes paranoides o
esquizofrénicos y la necesidad de defensa ante los ataques del ambiente
externo.
Manos grandes: Las
manos grandes, según estudio de la autora, se encontró con mayor frecuencia en
niños del ámbito de las necesidades educativas especiales y en aquellos que se
mostraban abiertamente agresivos. Ningún niño tímido había pintado las manos
grandes. Otros estudios revelan conducta compensadora de sentimientos de
inadecuación, insuficiencia manipuladora y/o dificultad para establecer
contacto con otros.
Manos seccionadas
(brazos sin manos ni dedos): Más frecuente en población clínica, lesionados
cerebrales y alumnos de educación especial. También se da una mayor frecuencia
en niños tímidos respecto a los agresivos. En consecuencia, parece que este
signo refleja sentimientos de inadecuación o de culpa por no poder actuar
correctamente o incapacidad para hacerlo.
Piernas juntas: Se encontró más frecuentemente en población
clínica y en niños con afecciones psicosomáticas. Un estudio de este indicador
emocional concluyó que puede interpretarse como un signo de tensión en el niño,
y un rígido intento por parte del mismo de controlar sus propios impulsos
sexuales o su temor de sufrir un ataque de este tipo. Algunas niñas abusadas
presentaban en sus dibujos esta característica. En figuras de adultos, las
piernas cerradas, se asocian a rigidez, control frágil y rechazo de la
aproximación sexual de otros.
Figuras grotescas
(monstruos, payasos u otros): El dibujo de monstruos o figuras grotescas no
parece estar asociado con ningún tipo de conducta específico, sino que más bien
refleja sentimientos de intensa inadecuación, y un muy pobre concepto de sí mismo.
Los niños que dibujan payasos o vagabundos pueden autoconsiderarse como
individuos ridículos de los que los demás se ríen no siendo aceptados por los
otros. A pesar de que la aparición de estas figuras puede explicarse
parcialmente por vivencias recientes del niño (visitar un circo) se hipotetiza
que el niño decide representar precisamente aquellas relacionadas con temas que
le preocupan.
Más de dos figuras
representadas: El dibujo espontáneo de tres o más figuras se dieron
significativamente más a menudo en los dibujos de estudiantes de bajo
rendimiento y en niños con necesidades educativas especiales que en población
general.
Nubes, lluvia, nieve: Mayoritariamente aparecieron en
dibujos de pacientes clínicos y en alumnos escasamente adaptados. Las nubes se
encontraron especialmente en niños muy ansiosos y con dolencias psicosomáticas.
En ningún caso se encontró en niños agresivos. Parece ser que las nubes son
pintadas por niños que no se atreven a pegar a otros y que en cambio dirigen la
agresión en contra de sí mismos.
Omisión de la nariz: Las
conclusiones apuntan a que este indicador se asocia a conducta tímida y
retraída con ausencia de agresividad manifiesta. También con escaso interés
social.
Omisión de la boca: La
omisión de este rasgo es siempre clínicamente significativa. Refleja
sentimientos de angustia, inseguridad y retraimiento, inclusive resistencia
pasiva. Este indicador emocional revela o la incapacidad del sujeto o su
rechazo a comunicarse con los demás. Los historiales de los niños que omitieron
la boca mostraron una alta incidencia de miedo, angustia, perfeccionismo y
depresión.
Omisión del cuerpo: Se
da más frecuentemente en alumnos con necesidades educativas especiales,
problemas de aprendizaje o lesionados cerebrales. La omisión del cuerpo es
habitual en los niños más pequeños (ver dibujo infantil), no obstante puede ser
un signo de la presencia de psicopatología en la etapa escolar. Se hipotetiza,
en este último caso, que pueden darse factores de inmadurez, retraso o daño
neurológico, pero también pueden darse por perturbación emocional.
Omisión de los brazos: La omisión de los brazos refleja ansiedad y
culpa por conductas sociales inaceptables que implican los brazos o las manos.
Otros estudios (Machover y Levy) lo asocian a depresión y retracción de la
gente y del mundo de los objetos. Este último hallazgo no fue confirmado por el
estudio de Koppitz.
Omisión de piernas: Su
ausencia es extremadamente rara incluso en niños pequeños. Se trata de uno de
los primeros elementos que reproduce el niño ya en la etapa preescolar. Tienden
a aparecer en la secuencia evolutiva del dibujo después de la cabeza y los
ojos, aún antes de que empiece a dibujar el cuerpo y los brazos. Por tanto, su
ausencia, no sería nunca accidental sino que podría indicar conflicto en esta
área o un trastorno emocional con intensa angustia e inseguridad.
Omisión de los pies: Este
indicador no es significativo hasta los 7 años en las niñas y 9 en los varones.
Parece, según el estudio, que no está asociado con ningún tipo específico de
conducta o síntoma. No obstante, sí parece reflejar un sentimiento general de
inseguridad y desvalimiento.
Omisión del cuello: No válido hasta los 9 años para niñas y
10 para los varones. A partir de esa edad, se dio significativamente más a
menudo en los dibujos de pacientes clínicos, lesionados cerebrales y niños con
conductas disruptivas. Ninguno de los niños bien adaptados ni los que tenían
enfermedades psicosomáticas omitieron este rasgo en la figura humana.
Cabeza grande: Parece
ser que puede tener diferentes interpretaciones. La cabeza grande es común en
los dibujos de los más pequeños. A partir de la etapa escolar se asocia con
esfuerzo intelectual, inmadurez, agresión, retardo mental, migraña o
preocupación por el rendimiento escolar. Parece, pues, que podría reflejar
inquietud por algún aspecto acerca de la adecuación y funcionamiento mental
pero no es posible en base a esta prueba determinar cuál de ellos está
implicado.
Ojos vacíos u ojos que no ven: Por una parte han sido descritos como signo normal en los dibujos
infantiles y por otra han sido asociados con sentimientos de culpa, vaga
percepción del mundo, inmadurez emocional, egocentrismo, dependencia, voyerismo.
Es posible que la interpretación de este indicador sólo pueda efectuarse en
población adulta, siendo más controvertida su explicación en niños.
Mirada de reojo: Se ha sostenido que la mirada de reojo en
el dibujo de la figura humana es un indicio de suspicacia y tendencias
paranoides. Su frecuencia de aparición aumenta con la edad (10, 11, 12 años)
dándose tanto en población clínica como normal. Otras explicaciones apuntan a
timidez, temor al mundo exterior, pero también, habilidad para dibujar (ver
figura 2). Se ha observado que los niños más inteligentes dibujan más a menudo
miradas de soslayo. El análisis de este indicador debe ser, pues, interpretado
en el contexto del dibujo total más que como rasgo independiente.
Manos ocultas: Se han asociado con dificultad en el
contacto, evasividad, sentimientos de culpa, necesidad de controlar la agresión
y rechazo a afrontar una situación (pasividad). Del estudio se desprende que
algunos niños ante la dificultad que supone dibujar una mano preferían eludir
la tarea ocultando las manos detrás de la figura, cubriéndolas con otro objeto
o colocándolas en los bolsillos. Tal conducta no puede ser considerada
patológica sino más bien revela un buen juicio. De todas formas, se aconseja
interpretar este indicador emocional en base a la presencia o no de otros
indicadores emocionales validados (sombreado, dientes...).
Figura interrumpida
en el borde: La conclusión en el estudio de Koppitz de este indicador no aporta
ningún denominador común. Los historiales de los niños que lo presentaron
mostraban una gran variedad de problemas y síntomas conductuales. También
abarcaban niveles de edad, de C.I. y calificaciones de rendimiento escolares
muy variados. Parecería que el significado de la figura cortada depende, por lo
menos hasta cierto punto, de cuál parte de la figura ha sido seccionada. Así,
el corte de las piernas enteras parece reflejar inseguridad, falta de base o de
apoyo seguro.
La línea de base o
suelo: Por lo general se relaciona con necesidad de apoyo, inseguridad o
necesidad de un punto de referencia. Estas hipótesis pueden ser ciertas pero,
tal como apunta la autora, los niños pequeños viven en un mundo de
"grandes" y dominantes (en función de su edad y tamaño) y es normal
que necesiten apoyos. Las líneas de base se han encontrado en diferentes edades
tanto en niños como en adultos y no puede considerarse un indicador
clínicamente significativo de perturbación emocional.
El Sol o la Luna: Han
sido asociados con amor y apoyo parental y con la existencia de una autoridad
adulta controladora. Estas dos actitudes parentales no son, por supuesto, mutuamente
excluyentes. Más niños bien adaptados que pacientes clínicos dibujaron soles en
sus dibujos.
TEST DE LA FAMILIA:
Orden en el que se
han pintado los personajes: Generalmente,
el personaje pintado en primer lugar es el de admiración e identificación del
niño. Suele ser la figura con mayor vínculo afectivo (normalmente madre). Por
ello es muy importante estar pendiente del orden cronológico en el que se van
dibujando los diferentes personajes. Cuando alguno de ellos es dibujado alejado
del grupo puede significar deseo de apartarlo o alejarse de él. Puede ser que
le tenga cierto temor (padre) o que simplemente le tenga celos (hermano). A
veces ocurre que es el propio niño quien se pinta alejado del grupo. En estas
ocasiones podemos sospechar que se producen ciertos conflictos dentro de la
familia y que el niño toma una distancia prudencial. Cuando el niño se dibuja a
sí mismo en primer lugar: se asocia a cierto egocentrismo, dependencia,
necesidad de ser tenido en cuenta, miedo a la separación (necesita asegurar su
proximidad a la familia).
Las distancias entre
personajes: La distancia entre el dibujo del propio niño y los diferentes
personajes nos dará una idea de la distancia afectiva entre los mismos. A mayor
distancia física, mayor distanciamiento afectivo. Las figuras que son
percibidas con mayores vínculos afectivos son los más próximos (normalmente los
padres). Cuando los hermanos se sitúan alejados del núcleo familiar o
simplemente se omiten del dibujo, puede ser un síntoma de celos. Una familia
que se dibuja con sus personajes agrupados suele mostrar una familia unida con
buenos vínculos de comunicación. Si están unidos cogiéndose las manos, el niño
puede expresar su voluntad de que permanezcan unidos. Si contrariamente, los
personajes se muestran dispersos en el papel es síntoma de distancia afectiva y
poca comunicación.
Omisión de alguna de
las figuras: (padre, madre, etc.) Omisión
del propio niño: Baja autoestima, poca identificación con el núcleo familiar o
sentimientos de exclusión del mismo. Temor a algunos de los personajes próximos
que se asocian a la familia. Omisión del padre (madre o hermano): Se asocia con
el rechazo a los mismos. Puede tener (según circunstancias del caso) el
significado de celos (p.e. hacia un hermano pequeño) o también de temor o miedo
hacia la figura omitida. El niño expresaría así inconscientemente su voluntad
de alejar al personaje tanto física como emocionalmente.
Elementos ajenos a la
familia: En algunos de los dibujos de
la familia pueden aparecer animales, objetos u otros elementos. Hay que
interpretar todas estas claves en función del dibujo en su conjunto. Un exceso
de elementos ajenos a la familia puede relacionarse con un patrón cognitivo con
dificultad para centrarse en lo fundamental (distracción, dificultad de
síntesis, pensamiento peculiar...), pero también, pueden proporcionarnos pistas
sustanciales acerca de cómo ven y sienten los niños a cada miembro de la
familia. Si cada familiar se muestra ocupándose de determinadas actividades
personales es síntoma de comunicación fragmentada. Cuando vemos
intercalados perros o animales domésticos entre el propio niño y otros
personajes de la familia puede señalarnos distanciamiento afectivo. El padre
que es dibujado en un plano superior (por encima del suelo) o cercano a las
nubes significa distanciamiento físico y/o afectivo (p.e. padre que está fuera
trabajando durante largos tiempos). Los niños pueden expresar así su
sentimiento de angustia por la separación física y lo sitúan en un plano
difícilmente alcanzable. Son también habituales la presencia de elementos
meteorológicos (sol, nubes, lluvia, etc..). Su significado debe buscarse
también según las claves de todo el dibujo. El sol, en especial cuando se muestra
sonriente, suele expresar felicidad, alegría, estado de ánimo positivo,
extraversión, ganas de comunicarse, sociabilidad. Algunos autores identifican
el sol como símbolo o representación del padre (fuente de luz, protección,
vida...). Por su parte la lluvia, tormentas, se relacionan con la expresión
inconsciente de ciertos temores o miedos.
Negarse a dibujar a
la familia: Con cierta frecuencia, a
algunos niños les cuesta dibujar a su familia. Según la edad, pueden
manifestar que carecen de habilidad con el lápiz y temen que les quede mal. Si
una vez tranquilizados al respecto siguen insistiendo, hay que valorar la
posibilidad de problemas familiares y un cierto bloqueo e inhibición a dar
detalles al respecto. En estos casos es mejor, en un primer momento, cambiar al
dibujo del árbol que es menos intrusivo.
TEST DE LA PERSONA BAJO LA LLUVIA:
Análisis de contenido:
ORIENTACIÓN DE LA PERSONA
HACIA LA DERECHA: avance hacia el futuro. Comportamiento
positivo. Necesidad de crecer, relacionar con lo que quiere ser. Buena relación
con el padre y /o autoridad.
HACIA LA IZQUIERDA: sujetos con conflictos sin resolver,
algo del pasado que aún pesa y lo frena. Conflicto con la madre. Búsqueda
interior.
HACIA EL FRENTE: dispuesto a enfrentar el mundo.
Comportamiento presente.
CON ORIENTACIÓN DUBITATIVA: ambivalencia, tendencias
obsesivas o paranoides. Falta de decisión.( Observar hacia donde va la cabeza:
lo mental, el cuerpo:emocional y las piernas: determinan la acción)
DE PERFIL: no va de frente, evasión, busca refugio ( tener
en cuenta hacia donde se orienta).
DE ESPALDAS: deseos de no ser controlado socialmente, de
pasar inadvertido. Afectos e intenciones ocultas , se aparten del medio (
presicóticos, depresivos, psicopatías). Problemas con la identificación sexual.
Deseos de ser otro. Ocultamiento.
VISTA DESDE LEJOS: sentimiento de rechazo y
desvalorización.. Inaccesibles. No enfrentan situaciones cotidianas. No se
involucran, no opinan.
INCLINADAS: inestabilidad, falta de equilibrio.
INCONCLUSAS: desgano, indecisión, abulia, depresión.
POSTURAS
SENTADO: ama la tranquilidad, diplomático pero no se juega,
falta de pasión, abatimiento.
ACOSTADO: desesperanza
ARRODILLADO: sumisión, debilidad, sentimiento de
inferioridad, masoquismo, resignación.
BORRADOS EN EL DIBUJO: incertidumbre, autoinsatisfacción,
descontrol, conflicto .
REPASO DE LÍNEAS, TACHADURAS, LÍNEAS INCOMPLETAS: alto monto
de ansiedad, baja tolerancia a la frustración. Dificultad para planificar la
tarea.
DETALLES, ACCESORIOS Y SU UBICACIÓN.
ESCASEZ DE DETALLES: sensación de vacío, depresión.
EXCESIVOS DETALLES: maníacos y obsesivos compulsivos. (
analizar la naturaleza del agregado, obstáculo o conflicto que puede
significar)
ANTEOJOS: (si no los usa habitualmente) ocultamiento,
curiosidad sexual, voyerismo.
BASTÓN, PIPA: fantasías sexuales.
VARIAS PERSONAS: necesitan el apoyo de otros para seguir
adelante.
PERSONA ENCERRADA ENTRE LÍNEAS: necesidad de ser contenido
por el ambiente. Bloqueo. Poca capacidad para ocupar espacios.
NUBES: Presión, amenaza. Pueden representar a las figuras
parentales. INFLADAS: tendencia a la autoagresión o dolencias psicosomáticas.
LLUVIA: hostilidad del medio a la que el sujeto debe
enfrentarse.
TORRENCIAL: mayor presión, no hay defensa que alcance.
ESCASA: se siente con posibilidades de defenderse.
GOTAS LÁGRIMAS: angustia.
SIN LLUVIA: oposicionismo, persona manipuladora. Tendencia a
negar presiones del medio.
EN UN SOLO LUGAR: analizar sobre cuál ( la presión está
allí)
RAYOS: presión que sacude al sujeto.
CHARCOS: sufrimiento fetal y acontecimientos traumáticos
ocurridos a la madre embarazada.
ANIMALES: dependencia. Necesidad de protección, sentimiento
de soledad.
ÁRBOLES Y FRUTOS: generalmente como obstáculos ) detenerse
en el análisis).
OBJETOS INANIMADOS Y ADORNOS: obstáculos.
EL SOL Y LA LUNA: representan la autoridad adulta,
controladora , o apoyo parental.
VESTIMENTA:
BOLSILLOS: en varones: dependencia materna, conflicto
homosexual.
En mujeres: comportamiento histérico, conflicto interior
sexual, sentimiento de culpa.
BOTONES: inmadurez, dependencia, preocupación por lo social
o somático.
UNO SOLO: apego al vínculo materno.
BOTAS: reafirmación por la decisión.
TRANSPARENCIAS: angustia. A veces, daño neurológico. Poco
criterio. Conducta simuladora.
CORBATAS: signo sexual. Debilidad.
ZAPATOS: MUY MARCADOS: conflicto sexual.
CON CORDONES: impulsos sexuales.
EN PUNTA Y CON TACO: agresión.
PARAGUAS ( simboliza la defensa)
CUBRIENDO MEDIA CABEZA: retraimiento, escape, recorte de la
percepción.
AUSENCIA: falta de defensas. Si la figura humana tiene
hombros anchos se defiende, “apechuga”, se expone y corre riesgos.
HACIA LA DERECHA: se defiende del ambiente por temor a lo
social. Temor al padre y/o autoridad.
HACIA LA IZQUIERDA: se defiende de deseos edípicos y
pulsiones infantiles. Temor a la madre.
MÁS GRANDE EN RELACIÓN A LA PERSONA: excesiva protección y
defensa. Señal de conflicto o perturbación sexual. Diferencia en las relaciones
y la autoridad..
MÁS CHICO: defensas lábiles.
CERRADO: resignación. Bajar la guardia . A veces es señal de
que se terminan los problemas.
CERRADO EN EL PISO: se siente con poca energía para
defenderse. ( en ocasiones implica enfermedad terminal.)
VOLANDO: defensa lábil. Yo muy débil. Preocupaciones.
CON NUBES FUSIONADAS: contaminación. Índice de
esquizofrenia. Ideas confusas.
CON AGUJEROS: fabulación. Psicopatía. Enfermedad orgánica.
CON DIBUJOS: generalmente, persona con enfermedades
orgánicas.
COMO SOMBRERO: confusión de ideas.
TIPO LANZA: recurre a la agresión para defenderse.
CON VARILLAS REMARCADAS: crea historia falsa, se miente.
CON MANGO REMARCADO: se aferra a algo sin saber si le sirve
como defensa. Falta de plasticidad.
CON MANGO DÉBIL: defensas pobres, poca fortaleza para
sostenerse.
RREMPLAZA DEL PARAGUAS POR OTROS ELEMENTOS.
ALEROS Y TECHOS: no utiliza defensas adecuadas. Dependencia,
busca que otros resuelvan sus problemas.
DETRÁS DE UNA VENTANA: falta de compromiso con el medio.
Pasividad. Alejamiento.
DENTRO DE CAVERNA O MONTAÑA: dependencia materna.
PAPEL: defensa pobre, se desarma a poco de utilizarla.
MANO: omnipotencia.
PARTES DE CUERPO, SEGÚN EL H.T.P.
PIES DESCALZOS: no quiere realizar esfuerzos. Deseo de
mantenerse infantil.
FIGURA DESNUDA: Psicopatía. Exhibicionismo.
DIBUJO DE UN PERSONAJE: se protege de la desintegración por
eso utilizan objetos idealizados, omnipotentes con poderes mágicos.
TÍTERES, MARIONETAS O CARICATURAS: vivencia del ridículo,
burla.
PERSONAS DISFRAZADAS: ocultamiento. A veces homosexualidad (
debe analizarse el tipo de disfraz)
PERSONAJE TIPO ROBOT: despersonalización.
PAYASO O PERSONAJE DE HISTORIETA: autohostilidad,
ocultamiento.
ESTATUA: ideas delirantes, omnipotencia.
CARACTERÍSTICAS DE CIERTAS PATOLOGÍAS.
NEUROSIS FÓBICA: encierra el dibujo con líneas. Hay más de
una persona. Figuras en cuevas.
NEUROSIS HISTÉRICA: figura con abundante cabello,
sexualizador, agrega elementos para llamar la atención.
NEUROSIS OBSESIVA: figuras rígidas. Perfeccionismo y
detallismo. Dibujos ordenados y aburridos.
DEPRESIÓN: figuras inclinadas, incompletas, falta de pies o
piernas, sentadas. Poca presión.
MELANCOLÍA: trazos lentos, débiles mayormente. Figuras
pobres.
PSICÓTICO: desorganización gestáltica. Alteración de
límites, figuras vacías o infladas. A veces paraguas incorporado a la figura
humana.
PARANOIAS: dibujos extravagantes con exceso de adornos, dan
idea de grandeza.
PSICOSOMÁTICOS: brazos cortos, piernas juntas, omisión de
nariz, cuerpo hinchado; generalmente aparecen nubes.
TEST DE LA CASA:
Generalidades:
Casa grande: Suele asociarse a alegría y bienestar. El niño
que la dibuja probablemente es extrovertido, con capacidad para mostrarse
afectuoso y amigable. Su casa es acogedora y está siempre abierta para sus
amigos. Es síntoma, también, de que la casa es interiorizada como confortable y
cálida. No obstante, todo ello debe confirmarse según la disposición y forma de
los demás elementos del dibujo.
Casa pequeña: En este caso podemos encontrarnos con la
expresión de necesidad de recogimiento, introversión, necesidad de
autoprotección contra el mundo externo. Según la edad del niño, timidez,
dificultad en las relaciones con sus iguales, miedos y/o sentimientos de
inferioridad. Todo ello vendrá confirmado por el tamaño relativo y la presencia
y forma de los otros elementos.
Casa alta: Cuando la casa representada es excesivamente
alargada en su altura pueden ser signos de necesidad de crecer, de hacerse
mayor de alcanzar la vida adulta. Es propio de algunos niños con problemas
afectivos en casa y que desean hacerse mayores para emanciparse.
Casa baja: Las casas que son bajas, con escasa distancia
entre suelo y techo respecto a su amplitud, se asocia a sentimientos de
opresión, angustia, preocupación, malestar en el domicilio actual,
especialmente si se presentan sin la línea del suelo o se presentan deformadas
o inacabadas.
Casa en dos niveles: Si se efectúa a una edad inferior a los
9 o 10 años puede estar asociada a un buen nivel cognitivo. Niño sensible,
observador, detallista y con buena relación familiar y exterior.
Dibuja un castillo o casa con aspecto de castillo: Puede
interpretarse de diferentes formas y según edad y características del niño. Por
un lado podemos estar delante un niño con gran imaginación que le gusta soñar y
crear lugares y personajes, pero también puede denotar un carácter fuerte con
ansia de poder. De la disposición de los demás elementos dependerá la
interpretación. En niños mayores puede significar protección y huida del mundo
real, necesidad de defenderse de elementos externos que son vistos como
peligrosos o indeseables.
Dibujo casa de campo: Suele
estar relacionada con deseos de búsqueda de tranquilidad, vida apacible y huida
del mundo urbano lleno de ruidos y prisas. Puede también indicar sensibilidad,
gusto por las artes plásticas y necesidad de huir de lo material.
Casa dibujada en la lejanía: Si se representa con un tamaño
pequeño y rodeada de paisaje con riqueza de detalles, puede significar
sentimientos de tristeza, añoranza o "alejamiento emocional" con
respecto a la familia. El niño puede simbolizar así su desesperanza debido a un
cambio reciente o alejamiento y/o pérdida de algún ser querido. También puede
denotar una sensibilidad especial y la necesidad de huida del mundo cotidiano.
Casa vallada o con cerco: A medida que el cerramiento de la
casa sea más evidente, tanto más debería ser el nivel de introversión y
desconfianza hacia el exterior expresado por el niño. Si además nos encontramos
con formas puntiagudas en las vallas o muros, puede significar defensa
agresiva, es decir, la disposición a defender a toda costa nuestro territorio
de la invasión de extraños.
Casa con jardín: En general es un signo positivo si su
distribución es proporcional al tamaño de la casa. Puede simbolizar el gusto
por los espacios abiertos, las actividades al aire libre, la naturaleza y los
animales. Es propio de niños con personalidad extrovertida (si no aparecen
verjas o muros), con sensibilidad y apertura hacia los demás.
- Para poder seguir con mayor profundidad remítase al siguiente documento: http://www.psicodiagnosis.es/areaespecializada/instrumentosdeevaluacion/testdelacasa/index.php
Lectura extra:
Video extra:
Conclusiones:
El dibujo constituye una expresión del inconsciente de los niños, en donde ellos manifiestan sus emociones ocasionadas por distintas situaciones que pueden causar algún desequilibrio en su vida.
Algunos psicólogos para poder interpretar estos dibujos aplican distintos test proyectivos que permiten identificar los diferentes tipos de personalidad, las emociones y las dinámicas familiares. Para tener buenos resultados y así mismo obtener una interpretación valida, es necesario no solo partir de la interpretación del terapeuta con solo observar el dibujo, lo más recomendable es siempre preguntarle al niño que significa ese dibujo para él, es importante siempre hacerle preguntas y contrastar no solo la interpretación del terapeuta, sino la del niño también.
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